En el marco de la apertura de inscripciones al curso de posgrado Materiales Didácticos: lenguajes y mediaciones para la enseñanza, queremos acercarle el siguiente video de Rosa Rottemberg, coordinadora del curso, donde nos plantea la siguiente pregunta: ¿Va el libro digital a matar al libro en papel?
Por Rosa Rottemberg
Los libros son objetos cotidianos, usuales en nuestro entorno, parte de nuestra memoria colectiva y emotiva, productos de la industria cultural. El concepto de libro está repleto de significados muy diversos y aproximarnos a ellos y a los procesos relacionados con su desarrollo, nos permite ubicarnos en estos tiempos de cambio que lo alteran, como a tantos otros dispositivos originariamente ajenos a esta era digital.
El libro es una obra intelectual y, al mismo tiempo, un objeto material. Así, estudiar su historia nos remite a la evolución de una tecnología y al desarrollo de la cultura y la diseminación de sus artefactos. Puede ser analizado desde campos disciplinares bien distintos: pertenece al ámbito del arte, la cultura, la historia, la literatura, la tecnología, la industria, etc. Producción, circulación, recepción, consumo son solo algunos de los procesos desde los que también puede abordárselo. Se lo puede pensar desde las perspectivas del editor, del lector, del autor; como un bien cultural, como producto de la industria editorial.
Si el libro es producto y, al mismo tiempo objeto mediador de la cultura, si las tecnologías permiten producir cada vez más rápido cantidades de libros, nos vemos obligados a cambiar el foco: parece carecer de sentido discutir sobre el libro y su futuro en términos de “desaparición del soporte ” y se torna interesante comenzar a reflexionar sobre el libro de calidad, otorgando relevancia al contenido.
El último libro del escritor y editor inglés Michael Bhaskar, publicado en el 2018 por Fondo de Cultura Económica, lleva por título Curaduría: el poder de la selección en un mundo de excesos. “Curaduría” y “excesos” son las dos caras de una misma moneda. Es un título contundente conceptualmente. Transitamos un mundo de superabundancia… y de escasez.
Convergen tecnologías, surgen prácticas que nos asombran, y nos llenamos de interrogantes, temores, curiosidad. Ya no se trata para el editor de descubrir autores, talentos, temas novedosos. Se trata -más bien- de no ahogarse al zambullirse en el mundo del contenido. Y se trata de comprender formas nuevas, alternativas, disruptivas, inesperadas, que llegan con la fuerza de un huracán o de manera imperceptible pero que cambian inexorablemente los modos de consumir y producir.
Un autor de 60 años pasó en su vida por escribir a mano, en máquina de escribir, en computadora de escritorio, en tableta… Estamos interesados en algunos de los cambios significativos y novedosos que llegaron y que parecen quedarse para siempre… o hasta que una nueva tecnología le quite el liderazgo a la anterior en gustos, usos y preferencias.